sábado, 14 de noviembre de 2009

Estado de putrefacción

Son días en que el orgullo contiene a las lagrimas y toma las medidas indispensables, para que ninguna gota de sal la delate ante todos, oculta la oscuridad con oscuridad misma sobre la mirada. Y los minutos pasan lentos y comienzan ser agónicos, por que debe evitar la pregunta de algún individuo, que note un cambio en el comportamiento cotidiano, ella lo hace muy bien... aveces algún extraño la toma desprevenida pero solo contesta tranquilamente-Estoy enferma-No he dormido bien- El sol le quema la piel y solo quiere regresar a su cueva y encontrarla vacía para no tener que fingir una conversación feliz. Es la mejor alternativa, mostrarse herido te convierte en presa o víctima y aunque a veces desea mostrar la herida gangrenada que sangra, sabe que nadie la ayudara a sanarlo, por que a la mayoría no le interesa ni siquiera intentarlo, solo se acercan por si hay algún fenómeno que pueda satisfacer su morbo, el resto no entenderán el origen ni la magnitud de la herida. En los días alguna luz le alumbra un poco e intenta buscar algún amigo, pero en realidad la nena esta sola y es consiente de ello, entonces comienzan a brotar pequeñas llagas en la piel que arden, el dolor no se compara al que comenzó cuando la herida en lugar de sanar inició el proceso de infección. Sabe que el ardor de las llagas es incomparable al que sentirá cuando los gusanos comiencen a deborarla, pero son demasiadas.
La noche es distinta por que le proporciona un alivio llegar a recostarse en su lecho sin nadie mirando, tal vez si lo vieran sentirían nauseas por que para esta hora el agusanamiento ha avanzado a tal grado que los gusanos comienzan a buscar escapes... circulación, encuentran salida, por los ojos y boca y salen a chorros, negros fríos y sin embargo esta fuente fétida le causa un único alivio.
Pero la fuente cesa su flujo y ella se desconcierta...sigue doliendo mucho, por que no brota nada de mis ojos...entonces comienza la verdadera tortura, un llanto seco... callado, por que el interior esta tan carcomido que es incapaz de emitir un gemido.
Pasan horas y cuando toda la carne putrefacta a caído en pedazos a un lado de la cama y no queda más que un hueco...duerme.
La nena ha estado así muchas veces pero recuerda cada una pues el dolor y la duración han sido cada vez más intensos y le cuesta más soportar el estado, a menudo teme ser incapaz de soportar el sentirlo otra vez y es que cuando la nena experimento la putrefacción por primera vez tenía esperanzas, de que no hubiera siguiente, esta se extinguió la segunda vez que los gusanos vinieron al banquete pero en las consecuentes mantuvo firme la utopia -En la próxima que me visiten no estaré sola- Hace un tiempo asumió que si estaría sola pues siempre lo ha estado, que la serpiente portadora de la infección la seguiría picando en las entrañas hasta el día que terminara por mano propia con su sufrimiento.

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